Es un primer plato cremoso y sabroso que une la crocancia del guanciale con la delicadeza de los calabacines. Ideal para un almuerzo refinado pero fácil de preparar, ofrece un equilibrio entre sabor rústico y frescura. La mezcla final con mantequilla y parmesano lo hace envolvente e irresistible
Calentar el caldo en un cazo y mantenerlo caliente
2
Colocar el guanciale, cortado en tiras, en una sartén a fuego medio y dorarlo sin aceite hasta que esté crujiente, luego reservarlo
3
Añadir la chalota picada en la misma sartén y dejar que se ablande a fuego lento
4
Agregar el arroz y tostarlo durante un par de minutos, removiendo constantemente
5
Desglasar con un poco de vino blanco
6
Añadir el guanciale preparado previamente y los calabacines finamente cortados
7
Añadir el caldo poco a poco, removiendo con frecuencia y continuar la cocción durante unos 16–18 minutos
8
Una vez finalizada la cocción, ajustar la sal y, con el fuego apagado, añadir mantequilla y parmesano mezclando enérgicamente para ligar
Costo
El coste del plato es medio-bajo: los ingredientes principales son económicos y fáciles de encontrar. El guanciale puede influir ligeramente en el precio, pero se utiliza en poca cantidad
Salud
Este risotto proporciona un buen aporte energético gracias a los carbohidratos del arroz y las grasas del guanciale. Los calabacines aportan fibra, vitaminas y ligereza. Consumir con moderación si se sigue una dieta baja en calorías o en grasas
5,0
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