Son una alternativa sabrosa y crujiente a las clásicas albóndigas de carne. Fáciles de preparar, son perfectas como entrante, aperitivo o como segundo plato delicioso. Su interior suave y sabroso combina a la perfección con el crujiente empanado dorado. Ideales para servir con salsas, ¡conquistan a todos desde el primer bocado!
Picar finamente el perejil y la cebolla y reservar
2
Triturar el queso parmesano y luego el pan, y reservar
Consejo:
Si no tienes pan fresco, el pan de molde clásico envasado está perfecto
3
Escurrir y enjuagar los garbanzos cocidos, luego triturarlos con sal, pimentón y un poco de agua con una batidora hasta obtener una mezcla homogénea
4
Transferir todo a un bol y mezclar bien con las manos
5
Humedecerse las manos y formar albóndigas del tamaño de una nuez
6
Calentar el aceite de cacahuete en una olla no muy grande hasta que alcance los 170/180 grados
7
Freír las albóndigas pasándolas primero por huevo batido y luego por pan rallado
8
Cocinar durante un par de minutos y escurrir, luego dejarlas secar sobre papel absorbente y salar por encima
Costo
Estas albóndigas son una receta económica y accesible para todos. Los ingredientes principales son de bajo costo, lo que hace que el plato sea perfecto para una comida sabrosa sin gastar demasiado
Salud
Son una deliciosa alternativa vegetariana rica en proteínas vegetales y fibra. Al ser fritas, se recomienda consumirlas con moderación para limitar la ingesta de grasas. Para una versión más ligera, se pueden hornear o cocinar en freidora de aire
4,8
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