Crujientes y sabrosos, son una guarnición creativa perfecta para acompañar cualquier plato de carne o pescado. Si lo prefieres, también puedes disfrutarlos cómodamente sentado en el sofá frente a una buena película
Raciones para: 4 porciones
Tiempo total: 2 h 35 min
Preparación: 15 min
Espera: 2 h
Cocción: 20 min
Dificultad:
Costo:
Herramientas: Horno, Sartén, Bandeja para hornear
Peso por porción: 220 g
Energía: 205 Kcal
Carbohidratos: 37 g
Grasas: 3 g
Proteínas: 5 g
Rugby: 20 min
Dieta: Vegana, Vegetariana, Sin lactosa, Sin gluten
Poner una sartén con agua y sal al fuego, llevar a ebullición
2
Añadir la polenta y mezclarla con un batidor hasta que espese
3
Una vez lista, verterla en una bandeja ligeramente untada con aceite y nivelarla con una espátula plana, luego dejar que se enfríe durante unos diez minutos y refrigerar durante al menos dos horas
4
Retirar la polenta de la bandeja y cortarla en rodajas de aproximadamente un centímetro
5
Colocar los bastones de polenta en una bandeja cubierta con papel de horno, pincelarlos con aceite y sazonarlos con una mezcla de romero, sal y pimienta
6
Precalentar el horno a 200 grados en modo ventilador, hornear y cocinar durante 20 minutos
Costo
Se puede definir con tranquilidad como una receta de aprovechamiento, con un costo total inferior a dos euros
Salud
Gracias a la cocción al horno, esta receta es una versión ligera de la más famosa versión frita. Puedes disfrutar de porciones más grandes sin preocuparte demasiado
4,5
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